De piel mestiza,
de corazón de arena.
Soy el más negro capricho de esta tierra.
Tengo el alma zapoteca
y la sangre muy norteña.
Soy el mayor de tres espejos,
soy un recuerdo en voz del sotavento,
los labios me saben a chogosta,
mis manos llevan la marca del azufre,
he bebido el agua de los siete pozos,
he crecido orgulloso y necio,
jaltipaneco a más no poder.
Tengo por costumbre hablar de lo que siento,
y morirme en la raya —cuando de morir se trata—
de gritar a los cuatro vientos al son de una jarana:
Yo nací en el Río de Arena,
y nací así,
con piel mestiza,
y corazón de arena.