A menudo nos pasa, el mundo
Se nos atora en la garganta,
Se nos atora en la garganta,
Escondidos en el fondo del barranco
Olfateamos de lejos la tormenta,
El vuelo fugaz de una duda razonable.
A veces pasa, las manos
Se nos van haciendo viejas,
Con el olvido y la distancia
Acechando cual fantasmas,
Evocamos nostalgias aburridas.
Pasa que olvidamos sonreír, a veces,
Cuando el silencio nos atrapa,
Así, a rastras, bajo la lengua
Se nos fugan clandestinos e inocentes
Pensamientos de lluvia y sal.
Olfateamos de lejos la tormenta,
El vuelo fugaz de una duda razonable.
A veces pasa, las manos
Se nos van haciendo viejas,
Con el olvido y la distancia
Acechando cual fantasmas,
Evocamos nostalgias aburridas.
Pasa que olvidamos sonreír, a veces,
Cuando el silencio nos atrapa,
Así, a rastras, bajo la lengua
Se nos fugan clandestinos e inocentes
Pensamientos de lluvia y sal.
Abandonados a la suerte, como las hojas
Del otoño, nos entregamos a la marea
Incansable de pasto seco en la memoria,
Así las dudas nos dejan solos, a oscuras.
Del otoño, nos entregamos a la marea
Incansable de pasto seco en la memoria,
Así las dudas nos dejan solos, a oscuras.
Hoy nos pasa que no encontramos la salida,
Las nubes nos aprisionan en su viaje,Cautivos del dolor y la memoria, alimentamos
Las espinas de la cama, nos recostamos a
Escuchar a los fantasmas aruñando las paredes.