sábado, 7 de marzo de 2009

Monólogo

(¡¡¡Huesito de Pollo!!!)

Aún te espero, en la distancia,
evocando tu recuerdo cada noche
bajo las sábanas desiertas,
te llamo, con el silencio de mis manos,
que lloran el olvido de tu piel,
hoy, que el devenir me aleja de tus ojos,
pienso en tu sonrisa de niña eterna,
en tu silueta de diosa oscura,
hechicera de mil noches de placer,
y pronuncio tu nombre que es de espinas,
con el eco de la noche en que te sueño,
tendida en mi, en el umbral de lo prohibido,
aprisionando mis dedos con los dientes,

mientras unos duendes clandestinos
escriben poemas sobre tu piel desnuda,

me voy errante a los valles de tu vientre,
al misterio prometido de tus selvas,
soy el fantasma que asecha bajo tu cama,

el lobo que aulla bajo la luna su derrota,
hoy, que están desiertas mis mañanas,
quiero encontrarme tu mirada,
como aquella tarde en que te vi pasar,
y descubrir con la sorpresa recurrente,
que me gustas a pesar de los demonios,
que el hechizo de tu aroma me confina
al olvido absurdo en que me encuentro,
esperando, desvelar el secreto de tus ojos,
dormir una noche entre tus brazos,
llenar mis manos con tus senos,
conocer a que sabes bajo sábanas de seda,
explorar la textura de tus muslos,
descubrir tu desnudez bajo la luna,
llenarme de tu inmortal encanto
-húmedo néctar de los dioses-
hoy que están despiertas mi locuras,
buscando palabras que invoquen tu belleza,
recordando, los ocultos roces de tu cuerpo,
imaginado el tacto de tus manos,
como un simple espectador de tus encantos,
un loco que sueña con tus besos,
contigo, con tus espinas y tus flores
quemando la angustia de mis manos,
estas manos que solo piensan en tocarte,
y jugar contigo un juego eterno de caricias,
una noche de estrellas y locuras,
esas locuras que guardo bajo mi cama,
en tanto decides, si me olvidas o me besas.


Con todo mi cariño perverso